Noticias

La Balona necesita ganar: los sufridores balonos merecen una alegría en casa.

La paciencia del aficionado balono tiene un límite. Han pasado dos descensos en apenas tres años, un vaivén de ilusiones rotas y promesas sin cumplir. Y ahora, en este arranque de la Tercera RFEF, la Balona sigue sin responder. Dos partidos, dos derrotas, y lo más doloroso: todavía no ha podido darle una alegría a su gente en el Ciudad de La Línea.

Este domingo, a las 19:00, llega el Ceuta B, un filial que tampoco ha sumado solo un punto, pero que puede convertirse en una pesadilla si la Balona no reacciona. Y no se trata solo de ganar un partido. Se trata de calmar el alma de una afición que lo ha dado todo, que va al estadio una y otra vez con la esperanza de ver renacer al escudo que aman.

La Balona lleva tiempo necesitando algo más que palabras. Lo que el aficionado quiere son hechos. Quiere ver actitud, garra, compromiso. Quiere ver a los jugadores dejarse la piel en el campo, como lo hacen ellos en la grada, bajo el sol o la lluvia, cantando aunque el marcador no les dé motivos.

Este partido ante el Ceuta B es mucho más que una jornada 3. Es una oportunidad de empezar a sanar. Una victoria no borra los descensos ni los malos tragos, pero puede ser un primer paso hacia la reconciliación entre el equipo y su gente. Porque si hay algo que no se negocia en La Línea, es el amor por la Balona. Pero ese amor también pide respuestas.

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba